ansiando
que lo porvenir acabe de llegar
que el frío deje de maltratar mi desprotegido brazo
y que las máscaras que usan muchos
se caigan en el momento apropiado
que la fácil vida de otros se torne difícil
y que en vez de caerles en las manos todo del cielo
se agachen y recojan lo que necesiten
no más no menos
ansiando
que los últimos sean los primeros…
pero todo tiene su tiempo.
El pecado infernal del Descontento | Thomas Boston
Hace 11 meses
2 comments:
Mmmm.
¿Con quién estas cabreada?
Mejor suerte.
y eso, que solo eran tres.....Demasiadas neuronas exprimidas por alguien que carece de ellas. Cuenta conmigo y cuenta hasta diez.......un Gabriel, dos Gabriel...y asi sucesivamente.
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